El amor en los tiempos de tu indecisión

Acá no hay cólera ni triángulo. Bah, hay cólera y triángulo.

Cólera porque así como te conocí te estoy perdiendo y no sé qué hacer para no alejarte de mí. Y te pido: no te alejes de mí. No me dejes sola. Y te pido otra vez: seguí dándome todo tu cariño, tus abrazos y tus besos. Reivindico mi deseo: decidite, quereme más y dejame que te quiera.

Triángulo, porque hay enredo. Te enredaste, me enredaste y queriendo nos enredamos. Porque estás ahí, y querés estar acá. Porque estando ahí también querés estar acá. Y no te animás a elegir. O querés mucho sin perder nada. Y, al final, creo que me estás perdiendo. No me gustaría perderte, no. Pero no te decidís. O no te decidís como yo quiero. Reivindico mi deseo: decidite, querme más y dejame que te quiera.

Hay dos direcciones posibles: Dale! Caminemos juntos por el mismo camino.